La
entrada de esta semana, va a tratar sobre una crítica o reflexión en su mayor
parte, acerca de dos films ejemplares en lo que respecta a la historia del cine
como son: Tiempos modernos y Metrópolis.
Así,
a modo de introductorio, el primer film, Tiempos modernos es un largometraje de 1936 dirigido,
escrito y protagonizado por el célebre actor Charles Chaplin.
Centrándonos
más en su trama, Tiempos modernos, es considerado como un ejemplo de film de crítica
social, el mismo Chaplin negó la relevancia que muchos han querido darle a su
trabajo en este largometraje. Es un filme que mezcla la realidad para tomarla
con un poco de humor, pues a lo largo d etola la película se percibe éste toque
crítico-humorístico, donde se denuncian las injusticias sociales de la época
(que curiosamente coinciden con las de la futurista que plantea Lang, salvo en
lo del desempleo, esto último debido al crack del 29 que se sitúa en el tiempo
entre las dos películas “tiempos Modernos y Metrópolis”). Cuenta la historia de
un obrero que sufre una crisis nerviosa por lo duro de su trabajo, pasa un
tiempo en el sanatorio y vuelve a sufrir, esta vez la acometida de la policía
contra los obreros manifestantes, va a la cárcel, sale pero quiere volver a
entrar para no tener que preocuparse del desempleo, conoce a una joven que
acaba de quedarse huérfana y se han llevado a sus hermanos; se enamoran y
emprenden una vida juntos, pero todo se ve truncado, cuando parecía ir bien,
por el largo (a veces demasiado, tanto que se hace nudos) brazo de la ley. En
esta película el gran protagonista es el pueblo llano y la desgracia que lo
acompaña, tomando la élite un papel de trasfondo, y la ciencia-tecnología el de
un mercenario que se vende al mejor postor, y que sufre el clásico: "no es
útil, por tanto no lo financio porque no es rentable".
Tiempos
modernos fue un filme a caballo entre el cine mudo y sonoro,
a veces considerado como la última película muda de la historia. Se incluyeron
algunos efectos sonoros en la película, como música, cantantes y voces
provenientes de radios y altavoces así como la sonorización de la actividad de
las máquinas. Al final del film puede escucharse brevemente la voz de Charles
Chaplin, que canta una versión de la canción de Léo Daniderff, Je cherche après
Titine, pero con una letra sin sentido, conocida como "Charabia", cuyos sonidos
tratan de asemejarse a una mezcla de francés e italiano, con alguna palabra
reconocible en inglés.
Así
ya en el siglo XX, se puede observar, como en películas como ésta, se muestran
escenas de corte futurista de la factoría en la que trabaja Charlot que podrían
haber sido influenciadas por el film Metrópolis de Fritz Lang,
película en la que más tarde reflexionaré sobre ella.
Seguidamente,
el segundo film, lleva por nombre Metrópolis y si miramos su ficha técnica,
podemos leer, que ésta, es un filme alemán
realizado por la productora UFA.
Se trata de una película de ciencia
ficción dirigida por Fritz Lang, cuya trama se desarrolla en una zona urbana
futurista. Este filme fue estrenado originalmente en el año de 1927, antes de la
cinematografía sonorizada. Se le considera uno de los máximos exponentes del expresionismo
alemán en las artes cinematográficas. El guion fue escrito por Fritz Lang
y su esposa Thea von Harbou, inspirándose en una novela de 1926 de la misma Von
Harbou. Metrópolis es uno de lοs pocos filmes considerados Memoria
del Mundo por la Unesco (otros son los films documentales de los hermanos Lumière, Los olvidados, dirigida por Luis
Buñuel de 1950 y El mago de Oz de Victor
Fleming de 1939). Fue el primero en poseer esta categoría, amparado en la
vívida encarnación de toda la sociedad, y la profundidad de su contenido humano
y social.
Realizada la introducción de ésta película, ahora
toca decir que ésta, centra su trama, en el marco de una ciudad
futurista pero con una organización social propia de la post-revolución
industrial, la historia de un joven de la clase alta que se conciencia y se
hace consciente de lo injusto de la sociedad en que vive, gracias a lo que se
encuentra mientras persigue a una bella joven, líder, pacificadora y guía
espiritual de los obreros de forma clandestina. La situación se descontrolará y
se escapará no solo de las manos de los obreros, que jamás tuvieron el control,
sino también de los poderosos, que fueron los causantes de todo. La ciencia
aquí, toma una postura extraña y poco definida, pareciendo indiferente a lo que
ocurra en la sociedad en un principio, pero culpando a ésta si su ciencia no
recibe la acogida que cree merecer, y estando a merced de los poderosos para
disponer de los más medios posibles.
La
película, en general, muestra los fallos de la sociedad (tanto del pueblo como
del poder) y de la ciencia, con un tratamiento que llama a la alerta. Es una
película que lleva a pensar sobre el papel de la ciencia en la sociedad, la
repercusión de la tecnología, y lo erróneo del orden establecido.
No podemos dejar de lado, a otros aspectos relevantes que se ven reflejados
en ambos films y que marcar y manifiestan la ideología junto al transcurso de
la trama de éstas como son: el movimiento artístico al que pertenecen ambas películas, ya que ambos
filmes corresponden a distintas corrientes artísticas. En principio podemos
decir que la película de Fritz Lang pertenece al denominado Expresionismo
Alemán, movimiento cultural surgido en Alemania a
principios del siglo XX, que tuvo plasmación en un gran número de
campos: artes plásticas, literatura, música, cine,
teatro, danza, fotografía. Su característica principal era revelar el
lado pesimista de la vida, la angustia existencial del individuo que en la
sociedad moderna industrializada se veía alienado y aislado. Así, mediante la
distorsión de la realidad se pretendía impactar en el espectador, llegando a su
lado más emotivo e interior. No obstante, el expresionismo no llegó
al cine hasta pasada la Primera Guerra Mundial, cuando ya
prácticamente había desaparecido como corriente artística. Asimismo,
el cine expresionista alemán impuso en la pantalla un estilo
subjetivista que ofrecía en imágenes una deformación expresiva de la realidad
traducida en términos dramáticos mediante la distorsión de decorados,
maquillajes y la consiguiente recreación de atmósferas terroríficas o, cuando
menos, inquietantes. El cine expresionista se caracterizó por su recurrencia al
simbolismo de las formas deliberadamente distorsionadas con el apoyo de distintos
elementos plásticos.
En 1917 se creó UFA (Universum
Film Aktien Gesellschaft) productora en la que fue rodada Metrópolis, para
promocionar el cine alemán fuera de sus fronteras. El sello UFA se
identificó por una serie de innovaciones técnicas, como la iluminación focal,
los efectos especiales como la sobreimpresión, los movimientos de cámara como
la “cámara desencadenada”, el diseño de decorados, etc. Era un cine de estudio,
con un marcado componente de preproducción, que aseguraba un claro control del
director sobre todos los elementos que incurrían en la película. En efecto, su
montaje lento y pausado, sus elipsis temporales creaban una sensación de
subjetividad, de introspección psicológica y emocional.
Evidentemente, todas estas
técnicas se ven ampliamente utilizadas en Metrópolis, desde la escenografía de
la gran ciudad, las imágenes superpuestas y los violentos movimientos de
cámara, hasta la sensación y representación de caída (escena en la que Freder
descubre a la “falsa María” en los brazos de su padre), entre otras
características.
Por otro lado, en relación con
Tiempos Modernos podríamos añadir que pertenece al denominado Realismo,
movimiento en el cual los cineastas buscaban con frecuencia temas y estilos en
el “mundo real” los cuales podían hallarse más allá de los estudios. Las
condiciones sociales de Europa tras la Primera Guerra Mundial, las revoluciones
socialistas en el este europeo y la caída de los valores americanos
tradicionales, que empezó con la introducción de la Ley Seca en 1919, y culminó
con la caída de Wall Street de 1929, proporcionaron al cine materiales
“realistas”. Los argumentos eran inspirados por las noticias de los periódicos
y la realidad cotidiana.
La característica más notoria de esta corriente
artística que podemos distinguir en el film de Chaplin es la utilización de
escenarios naturales y principalmente, la temática sobre desempleo tratada en
el mismo.
Otro aspecto relevante de
éstas, sería analizar esa Crítica social y lucha de clases en ambas películas,
pues desde un comienzo, Metrópolis plantea la problemática de la clase obrera.
El trabajo como alienación del individuo es una de las tesis básicas del
ideario comunista y la lucha de clases. La masa aislada, subordinada, carente
de cualquier conciencia grupal, en ese plano siniestro y oscuro que presenta por
ejemplo el cambio de turno, el descenso al infierno en ascensor. Pocos años
después Chaplin recupera el concepto de alienación y lo re-aplica en un sentido
cómico, desdramatizándolo, aunque conservando en su totalidad la carga
crítica inicial. En Tiempos modernos, la masa aborregada acude al trabajo,
donde el simple gesto de apretar tuercas cobra un sentido pleno de
caricaturización sistemática.
Sin embargo, en la
representación del orden social, Metrópolis se apoya por un lado en el
marxismo: hay dos clases sociales claramente diferenciadas y separadas, en las
que una explota a la otra sin que haya posibilidad de prosperar los ricos y
poderosos viven en la superficie, mientras que los obreros pobres como
esclavos, en una ciudad subterránea colmada de peligros. La alienación del
trabajo podría relacionarse con la existencia de algunas máquinas sin una
utilidad reconocible. Pero por otro lado, también se critica el ideal de
revolución socialista. El personaje del Robot María representada visiblemente
como malvada lanza a los trabajadores a la lucha que, en consecuencia, destroza
su medio y sustento, empeorando su situación en lugar de mejorarla. Por lo
tanto, la “colaboración entre clases sociales”, en lugar de la “lucha de
clases”, recuerda no obstante al nacional socialismo y su ideología, pues era
la estructura económica corporativista que defendía el programa del Partido
Nacional-Socialista de los Trabajadores de Alemania (NSDAP).
Otro aspecto
a considerar, es la apariencia de símbolos y lenguaje metafórico; Metrópolis se caracteriza por un fuerte
manejo de simbolismo. En principio, podríamos mencionar la analogía entre
cerebro-corazón-manos y jefe-mediador-obreros.
Otra cuestión interesante es
la cantidad de horas que posee el reloj de los obreros, es decir, en lugar de
tener doce horas tiene diez, por lo que el tiempo en las profundidades parece
transcurrir más lentamente.
A su vez hay una suerte de
paralelo con ciertas creencias de índole cristiana. Sin embargo, la parábola de
la Torre de Babel se encuentra modificada: en la variante que se muestra los
arquitectos y los trabajadores hablan una misma lengua pero no se entienden.
Además, tampoco hay un Dios. Es decir que podríamos afirmar que en definitiva
del cristianismo sólo se toma la figura de María, que personifica el Bien, así
como también el anuncio de la venida de un Redentor. Asimismo, este
film toma de culturas ajenas calificativos para simbolizar otra serie de
aspectos. Por ejemplo, el nombre del club nocturno que se menciona en Metrópolis
es imitado de una ciudad japonesa llamada de igual manera: Yoshiwara, nombre
que significa El Buen Prado de la Suerte. Este era un famoso distrito
rojo en Edo en lo que hoy es Tokio, Japón. Yoshiwara
fue creado en el año 1617 por orden del Shogunato
Tokugawa restringiendo la prostitución a estos distritos designados en la
ciudad.
Finalmente, la mención de “Moloc”
divinidad fenicia y cartaginesa, dios del fuego al que se inmolaban víctimas
humanas, principalmente niños es una evidente metáfora de una máquina
devoradora de hombres, más precisamente de obreros.
Por el contrario, Tiempos Modernos presenta
escasos rasgos simbólicos. En el principio del filme podemos ver el paralelo
entre un rebaño de ovejas y la masa de trabajadores representando de esa forma
al “rebaño de obreros" que se dirige a las fábricas y se deja llevar por
el resto de la muchedumbre.
En relación con los relojes
cabe destacar que poseen una substancial significación. En un primer momento
aparece el plano de un reloj grande que ocupa todo el cuadro destacando,
quizás, la importancia que tenían los relojes en la época en la que transcurre
la historia. El reloj aparece en otras escenas como, por ejemplo, sonando en el
horario del almuerzo para que “automáticamente” todos paren su trabajo y coman.
También, el control del tiempo resulta tan extremo que incluso para ir al baño
los obreros se ven obligados a contabilizar los minutos que permanecen en él.
Por otro lado, es interesante
mencionar el doble significado de la bandera roja: en un primer momento esta
bandera estaría representando el exceso de longitud de la carga sobre el
vehículo al que Chaplin persigue. Pero, rápidamente, pasa a simbolizar el
comunismo del momento.
Finalmente, podemos
observar una escena en la que la máquina se “traga” a Chaplin, resultando
ser esta una de las metáforas más representativas de la alienación laboral de
esa época.
Destaco también, el rol de la
mujer, pues en ambos filmes la mujer juega un rol primordial. En la
película de Lang se percibe esencialmente una lucha entre María, imagen de
bondad, paz y santidad, y su “clon” que personifica el vicio, la mala
conciencia, el consejo desleal. Estos dos personajes tienen el poder de lograr
movilizar a los hombres positiva o negativamente.
Asimismo, en Tiempos Modernos
la aparición del personaje de “la huérfana” da un nuevo sentido a la vida de
Charlot. No obstante, este amor pareciera no llegar a ser un amor de pareja, a
lo mejor se trata del principio de un futuro romance, o quizás se trate más
bien de una amistad. Pero en definitiva, ambos cuando se encuentran están en la
misma situación, no tienen nada que perder así es como escapan de la policía y
salen juntos a buscarse la vida como sea sin tener nada planeado.
Por último, que
habiendo visionado Metrópolis y Tiempos Modernos en clase, me es imposible
hacer un análisis sin centrarme en la idea de considerar estos dos filmes como
escalones en el avance del cine. Así, quisiera destacar el aspecto técnico en ambas películas, como
son sus planos, posicionamiento
y movimientos de cámaras. Ambas películas se diferencian en la utilización de
planos, en Metrópolis podemos hallar una serie de combinaciones de planos
durante toda la película, en efecto, varían de acuerdo con la situación: hay
primeros planos a los relojes, a los mapas, a los rostros. Cuando la escena se
sitúa en la gran ciudad el plano es panorámico. Además suele utilizarse la
cámara en picado y en contrapicado, y también podemos notar los movimientos de
la misma persiguiendo a algún personaje (escena en la que Freder se encuentra
encerrado en la casa del científico) o acercándose y alejándose de los
personajes (escena del derrumbe). Asimismo, podemos observar técnicas de
superposición de planos, dando como resultado la mixtura de imágenes. El efecto
de vértigo y caos es logrado con la música y la gente caminando rápidamente por
la ciudad, en algunas ocasiones; en otras, mediante la inclinación de la
cámara, y también con las imágenes superpuestas.
En cambio, Tiempos Modernos,
no presenta grandes técnicas y efectos especiales. Esto también puede deberse a
los diferentes géneros a los que pertenecen ambos filmes: mientras que Metrópolis
es una película de ciencia ficción –por su temática futurista y la inclusión
del robot-, Tiempos Modernos es una película que oscila entre el humor, la
comedia romántica, el drama, la comedia dramática, resultando muy difícil
encasillarla en un género en particular. En relación con los planos, en el
filme de Chaplin predomina la posición de la cámara normal. Sólo se ve una
única toma panorámica de la fábrica en la escena del comienzo. Aunque, podemos
hallar también un primer plano, por ejemplo, de la carta. En relación con los
movimientos de la cámara sólo puede verse uno durante la escena en la que el
personaje de Charlot es perseguido por la policía: la cámara se mueve de
izquierda a derecha –y viceversa- en las esquinas. En cuanto a la representación
del caos se utiliza una de las técnicas empleadas en Metrópolis como es la
inclinación de cámara que provoca en el espectador la sensación de vértigo.
Para finalizar este modesto
análisis, en conclusión se puede afirmar que a pesar de sus muchas diferencias,
ambas películas en la actualidad podrían ser interpretadas como una fuerte
crítica hacia una sociedad en la que mientras unos pocos son los privilegiados,
la mayoría vive inmersa en la pobreza. Además, nos describen
como ciencia-tecnología y sociedad interactúan y se condicionan mutuamente,
bajo el puño de hierro del poder (la minoría que nos guía) en un orden social
que no se tambalea porque ningún ladrillo se mueve si no ve que otro lo hace
primero.
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