viernes, 14 de diciembre de 2012

"Tiempos Modernos y Metrópolis"




La entrada de esta semana, va a tratar sobre una crítica o reflexión en su mayor parte, acerca de dos films ejemplares en lo que respecta a la historia del cine como son: Tiempos modernos y Metrópolis.
Así, a modo de introductorio, el primer film, Tiempos modernos es un largometraje de 1936 dirigido, escrito y protagonizado por el célebre actor Charles Chaplin.




Centrándonos más en su trama, Tiempos modernos, es considerado como un ejemplo de film de crítica social, el mismo Chaplin negó la relevancia que muchos han querido darle a su trabajo en este largometraje. Es un filme que mezcla la realidad para tomarla con un poco de humor, pues a lo largo d etola la película se percibe éste toque crítico-humorístico, donde se denuncian las injusticias sociales de la época (que curiosamente coinciden con las de la futurista que plantea Lang, salvo en lo del desempleo, esto último debido al crack del 29 que se sitúa en el tiempo entre las dos películas “tiempos Modernos y Metrópolis”). Cuenta la historia de un obrero que sufre una crisis nerviosa por lo duro de su trabajo, pasa un tiempo en el sanatorio y vuelve a sufrir, esta vez la acometida de la policía contra los obreros manifestantes, va a la cárcel, sale pero quiere volver a entrar para no tener que preocuparse del desempleo, conoce a una joven que acaba de quedarse huérfana y se han llevado a sus hermanos; se enamoran y emprenden una vida juntos, pero todo se ve truncado, cuando parecía ir bien, por el largo (a veces demasiado, tanto que se hace nudos) brazo de la ley. En esta película el gran protagonista es el pueblo llano y la desgracia que lo acompaña, tomando la élite un papel de trasfondo, y la ciencia-tecnología el de un mercenario que se vende al mejor postor, y que sufre el clásico: "no es útil, por tanto no lo financio porque no es rentable".
Tiempos modernos fue un filme a caballo entre el cine mudo y sonoro, a veces considerado como la última película muda de la historia. Se incluyeron algunos efectos sonoros en la película, como música, cantantes y voces provenientes de radios y altavoces así como la sonorización de la actividad de las máquinas. Al final del film puede escucharse brevemente la voz de Charles Chaplin, que canta una versión de la canción de Léo Daniderff, Je cherche après Titine, pero con una letra sin sentido, conocida como "Charabia", cuyos sonidos tratan de asemejarse a una mezcla de francés e italiano, con alguna palabra reconocible en inglés.
Así ya en el siglo XX, se puede observar, como en películas como ésta, se muestran escenas de corte futurista de la factoría en la que trabaja Charlot que podrían haber sido influenciadas por el film Metrópolis de Fritz Lang, película en la que más tarde reflexionaré sobre ella.
Seguidamente, el segundo film, lleva por nombre Metrópolis y si miramos su ficha técnica, podemos leer, que ésta, es un filme alemán realizado por la productora UFA. Se trata de una película de ciencia ficción dirigida por Fritz Lang, cuya trama se desarrolla en una zona urbana futurista. Este filme fue estrenado originalmente en el año de 1927, antes de la cinematografía sonorizada. Se le considera uno de los máximos exponentes del expresionismo alemán en las artes cinematográficas. El guion fue escrito por Fritz Lang y su esposa Thea von Harbou, inspirándose en una novela de 1926 de la misma Von Harbou. Metrópolis es uno de lοs pocos filmes considerados Memoria del Mundo por la Unesco (otros son los films documentales de los hermanos Lumière, Los olvidados, dirigida por Luis Buñuel de 1950 y El mago de Oz de Victor Fleming de 1939). Fue el primero en poseer esta categoría, amparado en la vívida encarnación de toda la sociedad, y la profundidad de su contenido humano y social.
Realizada la introducción de ésta película, ahora toca decir que ésta,  centra su trama, en el marco de una ciudad futurista pero con una organización social propia de la post-revolución industrial, la historia de un joven de la clase alta que se conciencia y se hace consciente de lo injusto de la sociedad en que vive, gracias a lo que se encuentra mientras persigue a una bella joven, líder, pacificadora y guía espiritual de los obreros de forma clandestina. La situación se descontrolará y se escapará no solo de las manos de los obreros, que jamás tuvieron el control, sino también de los poderosos, que fueron los causantes de todo. La ciencia aquí, toma una postura extraña y poco definida, pareciendo indiferente a lo que ocurra en la sociedad en un principio, pero culpando a ésta si su ciencia no recibe la acogida que cree merecer, y estando a merced de los poderosos para disponer de los más medios posibles.
La película, en general, muestra los fallos de la sociedad (tanto del pueblo como del poder) y de la ciencia, con un tratamiento que llama a la alerta. Es una película que lleva a pensar sobre el papel de la ciencia en la sociedad, la repercusión de la tecnología, y lo erróneo del orden establecido.
No podemos dejar de lado, a otros aspectos relevantes que se ven reflejados en ambos films y que marcar y manifiestan la ideología junto al transcurso de la trama de éstas como son: el movimiento artístico al que pertenecen ambas películas, ya que ambos filmes corresponden a distintas corrientes artísticas. En principio podemos decir que la película de Fritz Lang pertenece al denominado Expresionismo Alemán, movimiento cultural surgido en Alemania a principios del siglo XX, que tuvo plasmación en un gran número de campos: artes plásticas, literatura, música, cine, teatro, danza, fotografía. Su característica principal era revelar el lado pesimista de la vida, la angustia existencial del individuo que en la sociedad moderna industrializada se veía alienado y aislado. Así, mediante la distorsión de la realidad se pretendía impactar en el espectador, llegando a su lado más emotivo e interior. No obstante, el expresionismo no llegó al cine hasta pasada la Primera Guerra Mundial, cuando ya prácticamente había desaparecido como corriente artística. Asimismo, el cine expresionista alemán impuso en la pantalla un estilo subjetivista que ofrecía en imágenes una deformación expresiva de la realidad traducida en términos dramáticos mediante la distorsión de decorados, maquillajes y la consiguiente recreación de atmósferas terroríficas o, cuando menos, inquietantes. El cine expresionista se caracterizó por su recurrencia al simbolismo de las formas deliberadamente distorsionadas con el apoyo de distintos elementos plásticos.
En 1917 se creó UFA (Universum Film Aktien Gesellschaft) productora en la que fue rodada Metrópolis, para promocionar el cine alemán fuera de sus fronteras. El sello UFA se identificó por una serie de innovaciones técnicas, como la iluminación focal, los efectos especiales como la sobreimpresión, los movimientos de cámara como la “cámara desencadenada”, el diseño de decorados, etc. Era un cine de estudio, con un marcado componente de preproducción, que aseguraba un claro control del director sobre todos los elementos que incurrían en la película. En efecto, su montaje lento y pausado, sus elipsis temporales creaban una sensación de subjetividad, de introspección psicológica y emocional.
Evidentemente, todas estas técnicas se ven ampliamente utilizadas en Metrópolis, desde la escenografía de la gran ciudad, las imágenes superpuestas y los violentos movimientos de cámara, hasta la sensación y representación de caída (escena en la que Freder descubre a la “falsa María” en los brazos de su padre), entre otras características.
Por otro lado, en relación con Tiempos Modernos podríamos añadir que pertenece al denominado Realismo, movimiento en el cual los cineastas buscaban con frecuencia temas y estilos en el “mundo real” los cuales podían hallarse más allá de los estudios. Las condiciones sociales de Europa tras la Primera Guerra Mundial, las revoluciones socialistas en el este europeo y la caída de los valores americanos tradicionales, que empezó con la introducción de la Ley Seca en 1919, y culminó con la caída de Wall Street de 1929, proporcionaron al cine materiales “realistas”. Los argumentos eran inspirados por las noticias de los periódicos y la realidad cotidiana.
La característica más notoria de esta corriente artística que podemos distinguir en el film de Chaplin es la utilización de escenarios naturales y principalmente, la temática sobre desempleo tratada en el mismo.
Otro aspecto relevante de éstas, sería analizar esa Crítica social y lucha de clases en ambas películas, pues desde un comienzo, Metrópolis plantea la problemática de la clase obrera. El trabajo como alienación del individuo es una de las tesis básicas del ideario comunista y la lucha de clases. La masa aislada, subordinada, carente de cualquier conciencia grupal, en ese plano siniestro y oscuro que presenta por ejemplo el cambio de turno, el descenso al infierno en ascensor. Pocos años después Chaplin recupera el concepto de alienación y lo re-aplica en un sentido  cómico, desdramatizándolo, aunque conservando en su totalidad la carga crítica inicial. En Tiempos modernos, la masa aborregada acude al trabajo, donde el simple gesto de apretar tuercas cobra un sentido pleno de caricaturización sistemática.
Sin embargo, en la representación del orden social, Metrópolis se apoya por un lado en el marxismo: hay dos clases sociales claramente diferenciadas y separadas, en las que una explota a la otra sin que haya posibilidad de prosperar los ricos y poderosos viven en la superficie, mientras que los obreros pobres como esclavos, en una ciudad subterránea colmada de peligros. La alienación del trabajo podría relacionarse con la existencia de algunas máquinas sin una utilidad reconocible. Pero por otro lado, también se critica el ideal de revolución socialista. El personaje del Robot María representada visiblemente como malvada lanza a los trabajadores a la lucha que, en consecuencia, destroza su medio y sustento, empeorando su situación en lugar de mejorarla. Por lo tanto, la “colaboración entre clases sociales”, en lugar de la “lucha de clases”, recuerda no obstante al nacional socialismo y su ideología, pues era la estructura económica corporativista que defendía el programa del Partido Nacional-Socialista de los Trabajadores de Alemania (NSDAP).  
Otro aspecto a considerar, es la apariencia de símbolos y lenguaje metafórico; Metrópolis se caracteriza por un fuerte manejo de simbolismo. En principio, podríamos mencionar la analogía entre cerebro-corazón-manos y jefe-mediador-obreros.
Otra cuestión interesante es la cantidad de horas que posee el reloj de los obreros, es decir, en lugar de tener doce horas tiene diez, por lo que el tiempo en las profundidades parece transcurrir más lentamente.
A su vez hay una suerte de paralelo con ciertas creencias de índole cristiana. Sin embargo, la parábola de la Torre de Babel se encuentra modificada: en la variante que se muestra los arquitectos y los trabajadores hablan una misma lengua pero no se entienden. Además, tampoco hay un Dios. Es decir que podríamos afirmar que en definitiva del cristianismo sólo se toma la figura de María, que personifica el Bien, así como  también el anuncio de la venida de un Redentor.  Asimismo, este film toma de culturas ajenas calificativos para simbolizar otra serie de aspectos. Por ejemplo, el nombre del club nocturno que se menciona en Metrópolis es imitado de una ciudad japonesa llamada de igual manera: Yoshiwara, nombre que significa El Buen Prado de la Suerte. Este era un famoso distrito rojo en Edo en lo que hoy es Tokio, Japón. Yoshiwara fue creado en el año 1617 por orden del Shogunato Tokugawa restringiendo la prostitución a estos distritos designados en la ciudad.
Finalmente, la mención de “Moloc” divinidad fenicia y cartaginesa, dios del fuego al que se inmolaban víctimas humanas, principalmente niños es una evidente metáfora de una máquina devoradora de hombres, más precisamente de obreros.
Por el contrario, Tiempos Modernos  presenta escasos rasgos simbólicos. En el principio del filme podemos ver el paralelo entre un rebaño de ovejas y la masa de trabajadores representando de esa forma al “rebaño de obreros" que se dirige a las fábricas y se deja llevar por el resto de la muchedumbre.
En relación con los relojes cabe destacar que poseen una substancial significación. En un primer momento aparece el plano de un reloj grande que ocupa todo el cuadro destacando, quizás, la importancia que tenían los relojes en la época en la que transcurre la historia. El reloj aparece en otras escenas como, por ejemplo, sonando en el horario del almuerzo para que “automáticamente” todos paren su trabajo y coman. También, el control del tiempo resulta tan extremo que incluso para ir al baño los obreros se ven obligados a contabilizar los minutos que permanecen en él.
Por otro lado, es interesante mencionar el doble significado de la bandera roja: en un primer momento esta bandera estaría representando el exceso de longitud de la carga sobre el vehículo al que Chaplin persigue. Pero, rápidamente, pasa a simbolizar el comunismo del momento.
Finalmente,  podemos observar  una escena en la que la máquina se “traga” a Chaplin, resultando ser esta una de las metáforas más representativas de la alienación laboral de esa época.
Destaco también, el rol de la mujer, pues en ambos filmes la mujer juega un rol  primordial. En la película de Lang se percibe esencialmente una lucha entre María, imagen de bondad, paz y santidad, y su “clon” que personifica el vicio, la mala conciencia, el consejo desleal. Estos dos personajes tienen el poder de lograr movilizar a los hombres positiva o negativamente.
Asimismo, en Tiempos Modernos la aparición del personaje de “la huérfana” da un nuevo sentido a la vida de Charlot. No obstante, este amor pareciera no llegar a ser un amor de pareja, a lo mejor se trata del principio de un futuro romance, o quizás se trate más bien de una amistad. Pero en definitiva, ambos cuando se encuentran están en la misma situación, no tienen nada que perder así es como escapan de la policía y salen juntos a buscarse la vida como sea sin tener nada planeado.  
Por último, que habiendo visionado Metrópolis y Tiempos Modernos en clase, me es imposible hacer un análisis sin centrarme en la idea de considerar estos dos filmes como escalones en el avance del cine. Así, quisiera destacar  el aspecto técnico en ambas películas, como son sus planos, posicionamiento y movimientos de cámaras. Ambas películas se diferencian en la utilización de planos, en Metrópolis podemos hallar una serie de combinaciones de planos durante toda la película, en efecto, varían de acuerdo con la situación: hay primeros planos a los relojes, a los mapas, a los rostros. Cuando la escena se sitúa en la gran ciudad el plano es panorámico. Además suele utilizarse la cámara en picado y en contrapicado, y también podemos notar los movimientos de la misma persiguiendo a algún personaje (escena en la que Freder se encuentra encerrado en la casa del científico) o acercándose y alejándose de los personajes (escena del derrumbe). Asimismo, podemos observar técnicas de superposición de planos, dando como resultado la mixtura de imágenes. El efecto de vértigo y caos es logrado con la música y la gente caminando rápidamente por la ciudad, en algunas ocasiones; en otras, mediante la inclinación de la cámara, y también con las imágenes superpuestas.


En cambio, Tiempos Modernos, no presenta grandes técnicas y efectos especiales. Esto también puede deberse a los diferentes géneros a los que pertenecen ambos filmes: mientras que Metrópolis es una película de ciencia ficción –por su temática futurista y la inclusión del robot-, Tiempos Modernos es una película que oscila entre el humor, la comedia romántica, el drama, la comedia dramática, resultando muy difícil encasillarla en un género en particular. En relación con los planos, en el filme de Chaplin predomina la posición de la cámara normal. Sólo se ve una única toma panorámica de la fábrica en la escena del comienzo. Aunque, podemos hallar también un primer plano, por ejemplo, de la carta. En relación con los movimientos de la cámara sólo puede verse uno durante la escena en la que el personaje de Charlot es perseguido por la policía: la cámara se mueve de izquierda a derecha –y viceversa- en las esquinas. En cuanto a la representación del caos se utiliza una de las técnicas empleadas en Metrópolis como es la inclinación de cámara que provoca en el espectador la sensación de vértigo.
Para finalizar este modesto análisis, en conclusión se puede afirmar que a pesar de sus muchas diferencias, ambas películas en la actualidad podrían ser interpretadas como una fuerte crítica hacia una sociedad en la que mientras unos pocos son los privilegiados, la mayoría vive inmersa en la pobreza. Además, nos describen como ciencia-tecnología y sociedad interactúan y se condicionan mutuamente, bajo el puño de hierro del poder (la minoría que nos guía) en un orden social que no se tambalea porque ningún ladrillo se mueve si no ve que otro lo hace primero.

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